Vicepresidencia y el Ayuntamiento de Val de San Vicente presentan el proyecto de digitalización fotogramétrica y recorrido virtual de las cuevas paleolíticas de La Fuente de El Salín y de El Rejo Las grandes dificultades de acceso a las cavidades de El Rejo y La Fuente de El Salín, en Val de San Vicente, han impedido hasta ahora conocer el gran patrimonio que albergan. Se trata de pinturas rupestres de más de 22 mil años de antigüedad en el primer caso, y de 27 mil en el segundo. El empeño del equipo de gobierno ha hecho posible llevar a cabo un proyecto de digitalización y escaneado de las dos cuevas, con la empresa Gim Geomatis, que permite la visita virtual de manera realista tal y como si se visitara la propia cueva. Este proyecto ha sido presentado por Pablo Zuloaga, Vicepresidente del Gobierno de Cantabria junto a Roberto Escobedo, Alcalde de Val de San Vicente, este miércoles 29 de marzo en el Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo Esta herramienta va a permitir la difusión de este patrimonio artístico, de incalculable valor, desde el ámbito educativo, el cultural y, también, como reclamo turístico. Desde el Ayuntamiento se promoverán actividades con los escolares y con otros colectivos en relación con esta herramienta que también podrá disfrutar el público en general porque estará disponible desde abril en la Casa de Cultura Villa Mercedes en Unquera. El proyecto ha contado con la colaboración de Roberto Ontañón y Manuel González Morales, directores de los dos proyectos de investigación que se están desarrollando en las dos cuevas. La Fuente de El Salín La cueva de la Fuente del Salín se sitúa en la ribera derecha del Nansa, muy cerca del núcleo rural de Muñorrodero. Su rico yacimiento arqueológico y sus pinturas rupestres paleolíticas, con más de una veintena de manos positivas, negativas, rojas y negras, de hace unos 27 mil años, fueron descubiertas el 16 de octubre de 1985, comenzando ya entonces su investigación. Estudios que continúan hasta la actualidad, lo que ha permitido alcanzar un amplio conocimiento científico de la cavidad. Queda patente la importancia de esta cueva con su inscripción, el 22 de marzo de 2000, en el Registro General de Bienes de Interés Cultural del Patrimonio Histórico Español, con la categoría de Monumento. Una de sus principales características es que el acceso actual debe de realizarse por un sifón activo del que emana gran cantidad de agua durante la mayor parte del año, lo que imposibilita el acceso a las galerías superiores, donde se encuentran las evidencias prehistóricas. Es por ello por lo que su accesibilidad es muy limitada para los investigadores profesionales, y completamente nula para la sociedad en general. El Rejo La cueva de El Rejo pertenece a la localidad de Luey, Tiene un recorrido de 635 metros y está formada por dos largas galerías unidas por un profundo pozo vertical. Tanto la cueva como su entorno próximo está protegido bajo la figura de Zona Especial de Conservación por la Red Natura 2000 desde el 7 diciembre de 2004, siendo su valor principal la existencia de seis especies de murciélagos. Desde su boca se contempla una fantástica panorámica del curso bajo del río Nansa, pero hasta llegar a ella es necesario superar una zona de vegetación muy espesa y trepar por un farallón calizo que convierte en obligatorio el uso de equipamiento de seguridad y conocimiento en escalada. Era conocido desde comienzos del siglo pasado su potente yacimiento arqueológico, pero ha sido muy recientemente cuando, gracias al uso de las nuevas tecnologías informáticas y fotográficas, se ha podido descubrir que las paredes de la cavidad también contienen arte parietal paleolítico. Una serie de elementos gráficos que quedan fuera del rango de visión humano. únicamente a través de la realidad virtual es posible su observación.